El grado de complejidad de este tipo de operaciones, en el que participan tres empresas desde tres países distintos, es alto, porque supone una operación de compra y una de venta simultánea y se coordina a la vez el transporte de la mercancía y la gestión tributaria y arancelaria.
El éxito de este tipo de operaciones, en las que participan la empresa que fabrica o vende, la intermediaria y la compradora, radica en la buena gestión y en la discreción de todos los implicados. Por ello el conocimiento en las áreas comerciales del comercio internacional y una gestión eficaz en la documentación del origen de la mercancía son vitales para conseguir la máxima rentabilidad y el éxito en la operación.